Héctor Rodríguez, uno de los iconos de la narración deportiva cubana
(Publicado por Hernán Bosch en tiempo21.cu, julio 22 de 2017)
Uno de los momentos epónimos en la historia de la narración deportiva cubana ocurrió a fines de julio de 1976, durante la celebración de la Olimpiada en Montreal, que fueron precisamente las primeras transmitidas en directo por la Televisión cubana.
El protagonista de aquella memorable narración fue el comentarista Héctor Rodríguez, desaparecido físicamente en día como este, 22 de julio de 2012, hace hoy un lustro.
En su libro «Memorias a los sesenta y…», el destacado periodista y comentarista deportivo Eddy Martin, compañero y amigo de Héctor, explicó la forma en que se realizó esta descripción:
«…el audio se recibía por vía telefónica, lo que motivó la utilización de narradores en la sede de los Juegos y en las cabinas de la televisión en Cuba. Así, las dos espectaculares carreras de Alberto Juantorena fueron narradas desde La Habana por Héctor Rodríguez».
Pese a no estar presente en el escenario de la competencia, la emotiva narración que realizó Héctor sobre la carrera de los 800 metros ganada con récord mundial por el cubano Alberto Juantorena aquel 25 de julio de 1976, resultó realmente fenomenal, impactante.
En la mente de los cubanos que peinamos canas, e incluso entre muchísimos jóvenes, pues aquella histórica victoria ha sido retransmitida decenas de veces por la pequeña pantalla, se ha quedado impregnada la poderosa voz de Héctor Rodríguez y la extraordinaria emoción y énfasis que imprimió al momento: «¡Ahí viene Juantorena, con el corazón!…»
Cuatro días después, el 29, Juantorena se inmortalizaría al triunfar también en los 400 metros, que era realmente su especialidad, para convertirse en el primer atleta, y único hasta ahora, en ganar ambas pruebas en un evento oficial (400 y 800 metros), consideradas en distintas modalidades: la primera en la velocidad y la segunda, en el medio fondo, éxito inédito que repitió luego en la Copa del Mundo de Dusseldorf 1977, donde su fama alcanzó el clímax.
Pero Héctor Rodríguez, que por su tono grave y poderoso era apodado «La Voz», legó otros espectaculares momentos de alegría a los cubanos con sus magistrales narraciones del béisbol, que protagonizó durante muchos años formando pareja con Eddy Martin, primero, y Modesto Agüero, después.
En especial, se recuerda su emocionante descripción de los dos cuadrangulares que conectara el cubano Lourdes Gourriel ante el equipo de Estados Unidos en la Copa Mundial de Béisbol en 1988, en Parma, Italia.
Además de su amplísima presencia en la radio y la televisión cubanas, Héctor, nacido en Ciego de Ávila en 1946, tuvo también una activa participación en la vida político-social de la nación, como diputado desde 1993 a la Asamblea Nacional, en la que ocupó el cargo de Vicepresidente de la Comisión de Salud y Deportes.
Al cumplirse hoy un lustro de su fallecimiento, es oportuno recordar que, en la despedida de duelo, el entonces vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Luis Acosta, calificaba a Héctor Rodríguez de «gigante de la narración deportiva y profundo conocedor del béisbol» y añadía: «Su paso por la vida fue para llenarla de grandeza, generosidad y bondad con el ejemplo de padre y esposo, de compromiso con la Revolución, sus tareas y líderes, virtudes que signaron el sentido de su vida».
Por todo ello, Héctor ocupa un sitial en la pléyade de excelentes narradores y comentaristas deportivos que hicieron y hacen la rica historia de esta profesión en Cuba, entre quienes figuran personalidades que han dejado una estela de aceptación popular por su calidad, como Felo Ramírez, Rubén Rodríguez, Bobby Salamanca, Roberto Pacheco, Ramón «Piti» Rivera, Rolando Crespo, René Navarro, Eddy Martin y Modesto Agüero, entre otros.
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