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La brillante actriz Violeta Casal y su más meritoria actuación

La brillante actriz Violeta Casal y su más meritoria actuación

(Publicado por Hernán Bosch en tiempo21.cu, marzo 26 de 2016)

   El 26 de marzo de 1916, hace hoy exactamente un siglo, nació en la ciudad de Matanzas Violeta Casal Díaz, quien en su juventud se graduaría de Doctora en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana y también cursaría estudios en la Academia de Arte Dramático (ADAD).

  Aunque sus inicios laborales fueron como profesora de Ciencias Sociales en la sesión nocturna de la Escuela Normal para maestros de La Habana, siempre simultaneaba esa función docente con la de actriz de radio y del Teatro Universitario, afición esta última que resultó ser su gran vocación.

   Compañeros de profesión que tuvieron la oportunidad de conocerla y trabajar junto a ella, como la destacada actriz y locutora Margarita Balboa y el prestigioso  director de teatro y televisión Antonio Vázquez Gallo, recordaban que ya en las décadas de los años 40 y 50 Violeta era una brillante actriz de la radio y el teatro cubanos.

   Según una biografía suya publicada en la enciclopedia digital cubana EcuRed (ecured.cu), entre las obras en las que actuó en esa época para el Patronato del Teatro figuran Arsénico para los viejos (1942), El deseo bajo los olmos (1943), Un tranvía llamado deseo (rol de Estela, 1948), Theresa, de Zola-Jov (1949), con la que obtuvo el codiciado Premio Talía, y La hora radiante, de K Winter (1951).

   También tuvo participación destacada en obras presentadas en el Teatro Universitario Medea, como Mariana Pineda, de Lorca (1950), Juana de Castilla, de H. Rothe (1951) y Una choza para tres, de Roussin (1956).

   Con el grupo Las Máscaras protagonizó, de Federico García Lorca, Yerma (1950) y Bodas de sangre (1951), y para la Sala Prometeo, La voz humana, de Cocteau (1949), y La dama del trébol, de Arout (1955). Inauguró la sala Arlequín con la pieza Veinticuatro rosas rojas, de Mario Benedetti, en 1957, y luego Espíritu burlón, de N. Coward, (1958).

   La ya consagrada actriz Violeta Casal también actuó en México y Guatemala, con el Teatro Universitario y en España, con la compañía de Martínez Trives.

   Pero sus ideas revolucionarias y el apoyo a la lucha armada que protagonizaban los barbudos dirigidos por Fidel Castro en la Sierra Maestra le ocasionaron problemas a la bella y prestigiosa actriz, quien luego de su participación en la Huelga del 9 de Abril sufrió persecuciones que determinaron su decisión, en agosto de 1958, de subir a la Sierra Maestra y unirse a las tropas insurrectas.

   Aunque según cuentan sus amistades de entonces su intención inicial era trabajar como maestra en las zonas ocupadas por los rebeldes, Fidel, conocedor de sus aptitudes como actriz de la radio y el teatro, le dijo:”No, tú debes ir para Radio Rebelde”, (la emisora de las fuerzas del Ejército Rebelde, que había sido fundada en la Sierra Maestra por el inolvidable Comandante Ernesto Che Guevara, el 24 de febrero de 1958, y transmitía fundamentalmente partes sobre las acciones de los insurrectos y argumentos sobre los objetivos de su lucha).

    La distinguida actriz Violeta Casal Díaz protagonizó, entonces, la más meritoria y enaltecedora actuación de su historia, al unirse al grupo de locutores que laboraban en la planta radial revolucionaria, entre ellos los fundadores Luis Orlando Rodríguez (director) y los locutores Orestes Valera, Ricardo Martínez y Jorge Enrique Mendoza.

   Cito a mi colega Angélica Paredes López, quien en una hermosa crónica publicada en la página digital de la actual emisora Radio Rebelde (radiorebelde.icrt.cu), escribió:

 “Cuando la voz de Violeta Casal vibraba en la Sierra Maestra con la emblemática presentación: “Aquí, Radio Rebelde…”, su fuerza estremecía a un pueblo, cansado de escuchar novelas de ficción y anuncios comerciales, y sí muy necesitado de informarse acerca de la epopeya de retar a una tiranía oligárquica y sanguinaria, proeza narrada en la propia voz de los protagonistas que surgían como héroes.

  “Y el pueblo cubano pegó su oído a aquella propuesta de prédica martiana y de absoluta veracidad informativa. En la planta transmisora, riesgosamente trasladada hacia la Sierra Maestra, estaba el corazón de la Patria.”

   Luego del triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, Violeta Casal ocupó diversas responsabilidades, entre ellas la de directora de la prestigiosa emisora, que ha conservado el histórico nombre de Radio Rebelde hasta nuestros días.

   Violeta falleció en La Habana el 28 de octubre de 1992, para pasar a la inmortalidad en nuestra historia como un honroso símbolo de la locución femenina cubana.

 


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