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Cristiano podrá ser el más espectacular goleador, pero el mejor futbolista del planeta es Messi

Cristiano podrá ser el más espectacular goleador, pero el mejor futbolista del planeta es Messi

   Nadie duda que el gol es el momento más espectacular en un juego de fútbol,  como lo es el jonrón en el béisbol, y que por supuesto ambas acciones revisten importancia capital a la hora de decidir al ganador de un partido en estas manifestaciones deportivas.

   Sin embargo, los totales de goles anotados y cuadrangulares conectados no son el único aspecto que se analiza por los especialistas a la hora de seleccionar al mejor jugador en esos masivos deportes.

   Barry Bonds, por ejemplo, es el máximo jonronero en la historia de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense, con 762, y jamás he escuchado o leído su nombre cuando se habla o se escribe sobre los mejores jugadores que han pasado por la “gran carpa”.

   Tampoco nuestro fenomenal bateador Orestes Kindelán, líder jonronero en la pelota cubana, con casi 500, es incluido cuando se mencionan a los peloteros más integrales de Cuba, honor que corresponde siempre a hombres como Omar Linares, Antonio Pacheco o Luis Giraldo Casanova, por sólo mencionar algunos, que además de ser grandes bateadores eran estrellas también en la defensa, el corrido de las bases y otros aspectos importantes en el deporte de las bolas y los strike.

   Lo mismo sucede con el fútbol. Es cierto que el Balón de Oro, máximo galardón que desde 1956 se otorga al jugador seleccionado como mejor del mundo en cada temporada anual, se entrega por lo general a grandes goleadores, pero no siempre le pertenece al mayor goleador, pues se analizan otros factores del juego como las asistencias brindadas a sus compañeros para anotar los goles, la visión general de juego, calidad en el dominio del balón y los pases, y el aporte general a su equipo, entre otros.

   Si el único aspecto que se analizara fuera la mayor cantidad de goles anotados, entonces no sería necesaria la constitución del gran jurado integrado por la prensa especializada, federativos y técnicos del fútbol en gran parte del mundo que cada año decide a quién se le otorga el alto galardón.

   En los últimos años, el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo, las dos grandes estrellas de los clubes españoles Barcelona y Real Madrid, han acaparado durante nada menos que ocho temporadas consecutivas el Balón de Oro, y lo han hecho, incluso, sin recibir  gran resistencia por los otros aspirantes, porque, realmente, todos los amantes del fútbol en el mundo reconocemos que son los dos mejores jugadores del planeta.

   Ronaldo se caracteriza por su fuerte constitución física, gran velocidad de desplazamiento, fuerte pateo con ambas piernas, precisión al cabecear y en el cobro de penales. Ha recibido el Balón de Oro en tres ocasiones, en los años 2008, 2013 y 2014.

   Messi, de baja estatura y sin una fortaleza física que impresione, sobresale pese a ello por su talento como jugador, extrema rapidez y precisión en la conducción del balón junto a sus pies, pateo preciso, sentido de la colocación, el arrastre de marcas  y empleo del juego colectivo que le posibilita asistir con mucha frecuencia a sus compañeros. Es el único jugador del mundo que ha recibido en cinco ocasiones el Balón de Oro, cuatro de ellas en forma consecutiva (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015). Nadie más ha podido obtenerlo siquiera en cuatro ocasiones.

   Ambos, por supuesto, son portentosos goleadores, al extremo de figurar todos los años entre los primeros del mundo en ese importante indicador.

Realmente, no sé el porqué aún hay quienes discuten tan encarnizadamente en torno a quién es el mejor jugador del planeta.

   Supongo que ello se deba, en algunos casos, al desconocimiento, y en la mayoría a que hay aficionados y aficionadas que, al analizar al respecto, no se despojan de las influencias que el atractivo o “carisma” personal del deportista ejercen sobre el espectador, y cuando eso sucede, dejamos de ser aficionados para convertirnos en fanáticos de una persona, nos obnubilamos y no razonamos con imparcialidad.

   Son los hechos, los resultados – y no las pasiones -, los que determinan.

   Cristiano Ronaldo podrá ser el más espectacular de los goleadores, pero el mejor futbolista del planeta se llama Lionel Messi.

 

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