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Neruda: "El más grande poeta del siglo XX"

Neruda: "El más grande poeta del siglo XX"

(Publicado por Hernán Bosch en tiempo21.cu, 23 de septiembre de 2013)

El calificativo de “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”, que le otorgara un escritor tan prestigioso como Gabriel García Márquez, resultaría suficiente para tener una idea de la gloria literaria de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, conocido mundialmente por el seudónimo de Pablo Neruda.
A un elogio de tal magnificencia se suma el del afamado crítico y teórico literario estadounidense Harold Bloom, quien escribió al referirse a Neruda: “Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”.
Neruda, quien durante el transcurso de su amplio peregrinar por el mundo se convirtiera en destacado poeta, escritor, diplomático y político defensor de las causas más justas, había nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, y murió un día como hoy, 23 de septiembre, de 1973, hace exactamente cuatro décadas.
Publicó su primer poema (La canción de la fiesta) con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al afamado poeta, escritor y dramaturgo checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.
Según datos consignados en el sitio digital Biografías y Vidas, la madre de Pablo murió sólo un mes más tarde de que naciera él, después de lo cual su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral.
Allí también comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a la capital, Santiago de Chile, ciudad en la que publicó sus primeros poemas en la revista Claridad.
Ya en 1924, con apenas 20 años de edad, alcanzó fama internacional con su libro “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, obra que, junto con “Tentativa del hombre infinito”, distingue la primera etapa de su producción poética, signada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.
Posteriormente, problemas económicos indujeron a Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía.
Durante su estancia en el país ibérico, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió su poema “España en el corazón” y, progresivamente, su obra literaria experimentó una transición hacia formas herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.
De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra comenzó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos americanos de su “Canto general”.
En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. En esta época fue electo senador y desde ese puesto utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina, de donde se trasladó a México.
Más tarde viajo por la Unión Soviética, China y otros países socialistas de Europa oriental, recorrido durante el cual escribió poemas laudatorios y de corte propagandístico.
Luego de su regreso a su país natal, la poesía de Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se combinó magistralmente con una gran intensidad lírica.
Su cada vez mayor prestigio literario a nivel mundial fue reconocido en 1971, año en el cual se le concedió el Premio Nobel de Literatura.
Como muestra de su grandeza como intelectual y como ser humano, Pablo había renunciado un año antes a su candidatura presidencial en Chile, a favor del líder socialista Salvador Allende, quien lo nombraría embajador en París al asumir la presidencia.
Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a su patria, donde murió apenas 12 días después del artero golpe fascista del general Augusto Pinochet, que derrocó y costó la vida a Allende.

 

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